Incomprensible

Me miran y sé que al hacerlo se preguntan: ¿qué? ¿Por qué? ¿Cómo? Veleta, alma a la deriva, camino inexistente. Sin rumbo o destino, ese es el nombre que me han puesto.

No han entendido que esa es la respuesta, una NADA, que es el TODO para mí. La falta de sentido para ellos, es la búsqueda infinita que me impulsa a seguir. Buscar en el momento, en ese instante pasajero la razón de la existencia en un mundo fabricado a conveniencia.

Buscar en la sonrisa y el sonrojo repentino el aliento que me haga existir un día más. El agua que refracta la luz por un segundo para convertirse en hermoso arcoíris es prueba de ello. Segundo invaluable para estas gotas de agua que se ven transformadas en algo más, no importando que al instante vuelvan a su forma original.

Sé que no lo entienden y les incomoda; el riesgo indescriptible de vivir con el alma por delante sin ninguna protección. Solo sé que es mejor morir sin reservas ni recelos, que vivir eternamente con el miedo incrustado en tu ser.

Ahora es tiempo de seguir mientras hablan a mi espalda, mientras siguen preguntándose el por qué. La verdad les diré que no existe una respuesta, solo entiendo que es vivir sin excusas ni “hubieras” irreales. Es caminar con la vida y la muerte tomadas de la mano, sabiendo que en algún momento una de ellas dejará de apretarte, para que la otra te abrace para siempre.

Gabriel Soberanis