Una Micra de Felicidad

Hoy, mientras camino por la calle, la recuerdo… Destello oculto en sus ojos, una pequeña partícula casi invisible, millonésima parte de lo que es en realidad la felicidad.
Brillante, extrovertida y sorprendente, el camino para ser la culminación de un sueño. Pequeños mensajes, más bien una petición para acompañarla en ese viaje; tristemente nuestros caminos, iban hacia lugares diferentes.
Tristes caminos que de nuevo se encuentran: imagen devastadora, dolor inexplicable; un ser gris y apagado, hasta un poco abandonado de sí mismo. Con saludo cordial pero sin vida. Plática amable, pero sin alma; por momentos, algún recuerdo parecía invadirle, recordándole que había sido alguien diferente. Pero, aquel destello, aquella micra de felicidad, se había ido para siempre.
Muertos caminando diariamente a todas horas; la han perdido, ya no hay más en ellos. ¿Qué destruye y pulveriza su alma? No lo sé, pero aún hoy, la tristeza me invade al pensarlo.
Mientras camino por la calle, la veo pasar a mi lado; una mujer maravillosa, una como tantas otras; esa que tiene miedo a vivir y arriesgarse, a que su plan de vida tan perfecto se arruine. Que teme cambiar y arriesgarse, a hacer las cosas diferentes. Que aún conserva esa micra en sus ojos, pero que seguramente, muy pronto se apagará para siempre.
Gabriel Soberanis
Viajes Paralelos