5:45

noviembre 17, 2017 0 Por Gabriel Soberanis

laberinto portada
Nuevamente se ha hecho tarde; me he quedado absorto en mis pensamientos mientras el tiempo pasa inmisericorde. Casi podría asegurar que avanza más rápido cuando me encuentra distraído, lo hace a propósito, aunque no importa, ya he llegado.
Como siempre, la misma mesa sobre la banqueta me espera; una pequeña consideración hacía la obsesión de un hombre que cada tarde aparece a la misma hora. ¿La razón?… Viene caminando a lo lejos.
Sé que ya me ha visto; agacha un poco la mirada y, casi de manera imperceptible apresura el paso. Yo, finjo no verla, mientras disimuladamente hago esa seña que alerta al camarero sobre su próxima llegada.
La primera vez que nos vimos, fue aquí mismo, frente a este restaurante; el encuentro casual de una fantasía y una realidad tajante. ¿Qué tipo de locura o imprudencia lleva a alguien a enamorarse de algo tan volátil y efímero como un escritor? No lo sé… Pero lo agradezco.
Palabras bien seleccionadas, articuladas; tormentas que nacen en el alma y la mente, es lo que podemos ofrecer los que hemos tomado este camino. Un camino que es TODO para nosotros, NADA para la mayoría.
Su sonrisa me recuerda lo que mueve a los insensatos que deseamos seguir con esto; provocar toda clase de sensaciones y sentimientos con nuestras palabras, ser parte y contar las historias que el camino nos presenta, un reto que no cualquiera enfrenta. ¿Cuántas tardes más lera las líneas que he escrito para ella? ¿Cuántas noches más deseará quedarse? Tal vez solo sea un día, tal vez más tiempo.
Solo sé que mientras ella este conmigo, cada tarde a las 5:45 la estaré esperando en esta mesa.
Gabriel Soberanis
El Laberinto de los Demonios
El Síndrome QUIZ: CUANDO CUESTIONAR, INVESTIGAR Y SABER TODO ES FUNDAMENTAL
@soyelflamer