La Última Luz del Día
Cuando llega esta época del año, nuevamente vuelvo a reflexionar la importancia de su significado; más allá de la festividad.
Si existe algo seguro en este mundo, es que todo deberá de morir en algún momento; mientras no se descubra una fórmula para la inmortalidad o uno sea el Ave Fénix que renace de la ceniza, esto sucederá tarde o temprano. Lo importante de esto no son todas las especulaciones o creencias que podamos tener sobre la muerte, lo realmente importante es lo que estamos haciendo con nuestra vida.
Una vez más, sin entrar en las miles de justificaciones y explicaciones acerca de que es una “buena” vida o no, lo único importante saber es; si hoy, si en este preciso momento murieran, ¿Podrían hacerlo sin protesta alguna? ¿Sin pedir más tiempo o estar inconformes? Podrán decirme que les falta realizar “ese” viaje, comprar “aquella” cosa o realizar “aquel” sueño. Cualquier cosa, válida o no, demuestra lo poco que entendemos de la vida, de una que está sucediendo en este momento, y no mañana.
Porque finalmente, los proyectos y los sueños a futuro estarán ahí; iguales o un poco diferentes a los de alguien más, pero lo importante sería preguntarnos qué hiciste hace 5 minutos o más temprano antes de leer esto. ¿Fue importante para ti? ¿Lo disfrutaste? O solamente fue algo sin importancia, en lo que llega tu “gran” sueño.
Una vez conocí a dos personas; omitiré sus nombres para su protección (jajaja). Nunca vi a alguien tan contrariado como él; siempre miraba de reojo a esa chica, claramente le gustaba, no podía dejar de hablar… MAL de ella. No tenía sus mismos gustos, no pensaban de la misma manera y sus amistades eran poco menos que antipáticas entre sí. Su alegría, su tenacidad, su libertad, su espíritu y algo que según sus ojos le transmitían, lo tenía enloquecido. Sin temor a exagerar, creo que la “odia”, pero nunca ha podido dejar de amarla. ¿Suena ridículo y sin sentido? Tienen razón; hoy, llevan más de 8 años juntos. Decidieron apostar todo a un momento, y lo siguen haciendo; llegué a pensar que en cualquier momento terminarían asesinándose el uno al otro, pero creo cada vez están más unidos. Encontraron un punto donde converger, uno que desconozco.
Si hubieran puesto sus sueños y proyectos a futuro como muchas personas lo hacen para juntarse y formar parejas, seguramente hoy no estarían juntos, creo que pusieron su apuesta en cada momento, un paso a la vez, y, hasta el día de hoy, les ha funcionado.
Sé que esta historia no parece relacionada al Día de Muertos, o a lo que me quería enfocar en este post, que es el “Samhain”, pero si me acompañan un poco, tal vez vean la relación.
Como la “muerte” del verano, de la luz y la cosecha, da paso al “nacimiento” del invierno, de la oscuridad y el tiempo de descansar; ese es el significado del Samhain. Cuando por una noche las puertas del Inframundo son abiertas para que los espíritus puedan convivir con los que están vivos.
Es aquí y a través de estas analogías que radica lo que hoy les comento. El ciclo que debe cumplirse; la vida que está ahí, solo por un momento para dar paso a la muerte, sin que eso signifique un fin. De igual manera que vivir cada instante, en el aquí y el ahora, no significa abandonar o crear sueños a futuro.
O la luz, que se marcha para dar paso a la oscuridad; completamente contrarios, pero siempre unidos, sabiendo que debe desaparecer uno, para que el otro exista. O como las puertas del mundo de los espíritus, que no deberían estar unidos con el mundo de los vivos, aunque sea por una noche. Tal como esa pareja, que odia la forma de ser del otro; pero que ha encontrado un punto, un lugar para estar juntos y enamorados.
O simplemente, el Samhain, que fue tomado y degeneró hasta lo que hoy se conoce como “Halloween” y que cada año es enfrentado con nuestro “Día de Muertos” (que en la semana tendrá su post); como si fueran completamente diferentes, aunque tengan similitudes.
Es por eso que antes de que sean abiertas nuevamente las puertas del Inframundo o les pongan una ofrenda, yo solo les puedo decir; vivan hoy con todo, para que no tengan de que arrepentirse si mañana tienen que morir.