Conocimiento Despreciable

agosto 26, 2019 0 Por Gabriel Soberanis

Así, directo y sin miramientos; sin sensación alguna, solamente los tácitos y concretos argumentos existentes. Pero no puedo, por momentos los sentimientos se entremezclan con la realidad presente.

En ocasiones, tristeza, otras más, incredulidad; pero siempre y al final, decepción.

Demasiados, más de los que deberían ser, o más bien, más de los que desearía fueran. Pero al paso de los años la situación nunca cambia, al contrario solo crece y defiende su nefasta realidad.

Sé que nadie lo entenderá, tal vez solo algunos, muy contados que se pierden entre la gran mayoría; ellos, como yo, han entendido es absurdo intentar cambiarlo.

Así eres tú, CONOCIMIENTO. Luz invisible que guías a los seres que te toman de la mano; haces libre a la mente y el alma que sin temor se abraza a lo que puedes dar. Y aun así, eres despreciado y maldecido por aquel que no te puede entender.

No es el saber de fechas y lugares, leer sin comprender, o copiar sin sentido lo que dicen los demás buscando hacer tendencias para formar parte de esa gran masa disforme de ignorancia y mediocridad.

¡NO! Es buscar ser parte de este hermoso universo, es dejar que nos absorba en la infinita espiral de conocimientos y sentimientos que tiene para darnos. Es entender que nunca sabremos TODO, pero nunca dejaremos de intentarlo.

Es dejar la desidia de un alma perezosa, es destruir el desprecio hacia aquello que confronta a tu ser y que provoca que prefieras denostar y decir que no te importa. Pero sé que no lo entenderás y que mientras lees estas palabras, comenzaras a insultar y justificar el camino que has tomado.

Vivir en las sombras de la ignorancia y bajo el manto de aquel que te dice como pensar, ya que es algo confortable y agradable para ti, aunque lo niegues burlándote. Aunque eso no importa, y como lo he dicho en un principio, es un camino para casi nadie, y no vale más la pena intentar cambiarlo.

Sin embargo y al final… ¡Sí! Te acuso y te recrimino, y con algo de furia te desprecio. IGNORANCIA, patética y cobarde; me quitaste a la que amo tanto. Tomaste a un alma llena de curiosidad, de preguntas y deseos de saber, y la llenaste con todo tipo de bajezas.

Pusiste en su mente y corazón el miedo al rechazo y la soledad. Le dijiste que aquellos que compartían su origen la despreciarían y que al final se quedaría sola.

Le hiciste dudar de su propia valía, de su gran conocimiento; le aseguraste que solo importaba por su cuerpo, por su rostro, por como seduce a los hombres, por como los hace reír solo asentando con la cabeza. Y que si se atreve a cuestionarlos o contrariarlos, deja de ser buena compañía, transformándose en objeto de desecho. Lo sé, me dirás que es su culpa, que ella puede decidir, y sé que en eso tienes razón; pero igualmente con enojo yo te culparé para siempre. Por no dejar que fuera libre su hermoso y extraordinario espíritu; por condenarla a un futuro en decepción, rencor y anhelos incumplidos, aunque con furia y soberbia lo niegue. Y en el mayor de los egoísmos, yo te acuso y te culpo, por alejarla de mí.

Gabriel Soberanis – Viajes Paralelos